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Pisando fuerte llega la Bota

A qué obra viene dijo la joven de boletería, a la próxima en iniciar respondió ignorando que había una cartelera grande a la izquierda de la boletería con cada una de las seis funciones del mes de inauguración del Microteatro en la bota, una sección con seis salas de microteatro con una capacidad de veinte personas. La siguiente es una obra para adultos mencionó mientras recibía los cinco dólares del cliente, valor de cada entrada.

Microteatro está situado al aire libre, por lo que se sintió una noche guayaquileña muy de la época, fría y con un viento pese a estar con 24 grados centígrados, que en Guayaquil parece estar en un congelador. Al caminar por el lugar se observaba una sala espectacular con dos ambientes bien marcados. El primer ambiente muy a la moda, siendo elegante y dando una apariencia de austeridad; sillas de madera, claras color mostaza, mesas muy parecidas y todo parece haber sido reciclado como los pallets. En el otro ambiente en contraste a la austeridad de los pallets donde hay muebles que hacen más acogedora la experiencia. La abundancia de meseros da una aparente sensación que tienen similar cantidad en la cocina porque los platos salían uno detrás de otro, las personas no esperaban tanto tiempo por la comida ordenada.


Una joven constantemente recorría la sala preguntando a qué función venian las personas por si acaso no escuchen la voz de los parlantes llamando a la fila previa a la función. La fila iniciaba frente a un pasillo largo y blanco con seis puertas al lado derecho y una al lado izquierdo, todas de color negro.




Con las palabras “primera parte” inició la obra de microteatro Todas Tenemos la Misma Historia, una obra actuada por Bárbara Fernándes.


La actriz miró a cada uno de los espectadores mientras se escondía detrás de un mueble tirado en el piso en la donde pasaba totalmente desapercibida y solo se escuchaba su voz. El cuarto oscuro en un ochenta por ciento, las veinte sillas, las cuatro paredes y las dos puertas totalmente negras, solo alumbraban la sala tres luces que tenían una función específica durante la función. Empezaron los gemidos, se notó porque la prohibición para menores. Fernándes, a especie de monólogo actuó sola toda la obra.


- Así no, para no quiero estar embarazada, ¡te dije que pares!


Los espectadores reían, quizás les hacía recordar una escena familiar mientras que seguía la obra y solo se veían las piernas moviéndose en todas las direcciones. Representando una historia tan cotidiana enganchó a risas a las personas mientras actuando pausaba y reproducía una canción de fondo en señal de una aparente discusión con su pareja mientras aparentaba tener un acto sexual. La obra continuó en un vaivén de situaciones posteriores a esas que transcurrieron en un aparente embarazo y nacimiento de una niña y reflejó un discurso a favor del movimiento feminista, una mujer usada para dar placer, criar y en una vida matrimonial en camino al olvido por las preocupaciones del esposo.


- Y al final todas tenemos la misma historia.


Llevó la obra a un punto en el que todos habían imaginado una reunión de mujeres en la que cada una contaba una historia y todas las historias eran similares. Mientras se retiraba por la puerta trasera y se vislumbraba un pequeño blanco en la pared demostrando que a semanas de haber sido inaugurada ya tenía fallas, la sala quedo atónita, solo se escuchaban las voces del restaurante de espera porque la sala quedaba alado. Un silencio similar al que argumentan que existe en el espacio.


Regresó por la misma puerta Fernándes diciendo que la obra había acabado mientras sonreía demostrando la felicidad de ver una sala llena. Acto seguido llovieron los aplausos y el sonido fue un poco ensordecedor dada las dimensiones de la sala. Se abrió la puerta de entrada del público y la sala se vació mientras se llenaban los asientos del restaurante y era notorio que otros esperaban otra función que habían comprado.


Microteatro se mudó para bien, dejó el lugar con dos salas frente a la Casa Grande y pasó al Malecón del Salado, Jaime Tamariz estaba presente en su lugar con una sonrisa que reflejaba el lleno del lugar, sin duda alguna un éxito dado que tiene la vista frente a la Fuente Monumental de Aguas Danzantes, que de noche tiene una explosión de colores sumado a la seguridad brindada por el Malecón del Salado.





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El blog para los millenials es una iniciativa de los estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. En este espacio encontrarás notas pensadas en los millenials como tú.

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